Desdibujo tu sonrisa con mi dedo, que bañado en chocolate amargo recorre tus labios. A mordiscos comienzo la travesía por tu cuerpo , bajo por tus hombros , me detengo. Prosigo, me afilo la uñas y comienzo a dilacerarte, arriba-abajo , lenta y tortuosamente mis yemas dan el primer roce y disfruto del aroma que desprende tu cuerpo, y de la simple idea de tu sexo enhiesto.
Pero me percato del amor no consumido, no consumado, no constituido y decido no sólo dilacerar tu piel, sino tus sueños, cavar , cavar hasta toparme con lo más endeble de tu ser y si me equivoco, queda lo superficial allí donde Deleuze asegura que se halla lo más profundo.
Que de mi escritura y mi cuerpo entre tus manos pasajeros no conciben la estadía e intentan colarse de vez en vez entre tus días; entre alguna de las páginas de tu vida.
la embriaguez
de los puntos suspensivos ...
1 comentario:
A veces pienso que la profundidad con la que se expresan las personas, son en sí el caminar por la vida, la nitidez que se demuestren en las metáforas, son el vinculo e interacción entre lo material y lo inmaterial, me encanta tus brazos visibles e invisibles con los que equilibras tus dimensiones…
Publicar un comentario