miércoles, 2 de julio de 2014

Recuerdos del ayer

Extraño las cervezas,
 el ron
 y el bullicio de la gran ciudad.

Las noches en vela,
las luces - devorándome.

Caminar sin rumbo
pero consciente de mis pasos,
 y sentir la pesadez del trayecto
sobre mis piernas - anclas en altamar.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Tinta roja

Escribir, reescribir, alzar la pluma nuevamente y vaciar mi odio. Pasan los días. Y cuando piensas que todo podría estar bien, una vez hallado un "buen trabajo", te das cuenta que te has equivocado. Las cosas no van bien, nunca es suficiente. Estoy en la mira, los días pasan lentos, muy lentos. - Casi es viernes, grita mi subconsciente; mientras mi conciencia le responde -mientes, es lunes. Ha caído la noticia como una cubeta de agua fría, se ha desparramado por todo mi cuerpo, ha mojado mi espalda y me ha producido un terrible resfriado.

Estoy enferma, aunque no es novedad. He vivido 25 años así. Apuesto dos a uno a que sobreviviré en estas condiciones muchos años más. ¿Pero cuántos?, me pregunto desesperadamente. ¿Cuántos?... En la búsqueda de una respuesta se van diluyendo las letras.
                                                       No queda mas que un eco débil y agonizante



martes, 16 de octubre de 2012

Personajes de ida y vuelta

Dijo que partiría de mi vida y apesar de, no quise que nuestras miradas volvieran a cruzarse, probablemente muy dentro de mí, me ha quedado claro que este es un adiós; adiós mi leona fueron sus últimas palabras, yo simplemente dije adiós.
Y mientras un círculo se cierra otro me sorprende con tangentes; aquél que me pidió me fuera para siempre de su vida, ahora me dice que vuelva, me dice que me ha esperado todo el fin de semana, dudo un poco y me pregunto si no es parte de una venganza, pero al final le creo. Ajeno a mi naturaleza, decido no ir, decido no prolongar esa tangente sino darle continuidad a mi nueva historia, a mi nuevo espiral.
Un día te sorprende el amor, así como es, absurdo. Un día decides dejar las otras historias para aventurarte en una que pudiera terminar en tragedia, pero está tan lacerado tu corazón, que lo mismo da aventarse o no al vacío.

En cuestión de meses, esa llaga durante años abierta cicatriza y surge la esperanza.


viernes, 12 de octubre de 2012

Carta desde el averno

Hace dos meses erróneamente pensaba que uno tenía derecho a la reivindicación. Salí del DF huyendo de una vida que ya no me apetecía, más que eso, me lastimaba. Estaba convencida que en otra ciudad podría encontrarme conmigo misma y podría sanarme. Así fue, descrubrí que hay situaciones que no deseo más en mi vida; hay vidas que a uno le van y otras que no. Simplemente no me va, no me va despertar con esa inmensa grieta en el pecho, ni con esas dudas y reconstrucciones de instantes con base en recuerdos difusos...

 La mayoría cree que lo disfruto pero el goce se encuentra tan lejos de la realidad.

Lo real aquí, es que como sociedad no creemos en la reivindicación. Ahora comprendo a los drogadictos, ahora comprendo a los alcohólicos, ahora comprendo a los dementes. Hagas lo que hagas nunca creerán en ti, te colocarán una esvástica que cubrirá todo tu cuerpo; porque desde los ojos de esta sociedad no existe la redención. Te dicen una y otra vez que te salves y cuando lo haces, vuelven de algún modo y bajo cualquier pretexto a colocarte ese punto negro en la frente.

Sonrío desde el averno, desde el rincón de los insalvables...Confío en ti con la misma intensidad que tu no lo haces, confío en ti en la cercanía y en la distancia. Trazo tu rostro a cada instante mientras que tú- soplas desesperadamente para desdibujar la silueta de mi rostro. Y me entristece, me lastima que entre todos, seas tú precisamente quien no me regala esa oportunidad. Apesar de no conocerme, decides que para gente como yo, no es admisible la esperanza.


viernes, 10 de agosto de 2012

"Mi malsana tristeza"

Nostalgia llamada hogar, mi reconfortante cuarto en la azotea, los paseos en bicicleta, el francés, los botellas de whisky, la tristeza...

lunes, 23 de julio de 2012

Al caer

Había algo en mi corazón que no funcionaba, la verdad que ardía profundo, aunque era más una sensación inexplicable, algo como soñado cuyo cometido era arrancarme la vida lenta y tortuosamente. Escuché su voz del otro lado del estanque, quise cruzarlo pero fue inútil, mis pasos se desvanecieron en el fango. Fui cayendo, cada vez más profundo y en la caída mi cabeza se golpeo contra una piedra, entonces perdí la conciencia. Me desperté asustada y con el cuerpo helado, era de madrugada, el viento soplaba como petrificando mis mejillas y mis manos, tiritaba; tenía miedo.


miércoles, 20 de junio de 2012

Porque Miguel te ama


Abrir una lata, alimentar al perro, peinarme, pintarme las uñas y tirar la basura, sentirme miserable, calmar mi ansia ingiriendo chocolates, luego mezcal, consumir una botella, luego otra, otra, perder el conocimiento, perder el control de la situación, desmallarme en medio de la sala, que mi vecino toque a la puerta y yo no responda, que el perro ladre, que yo no responda, que esté seguro que estoy adentro, y yo no responda, que se piense unos veinte minutos si entrar por la azotea, que lo haga, que llegue a la sala y me encuentre tirada en el suelo, pálida, que me despierte zangoloteando mi rostro consciente de que he bebido botellas y botellas, que me recueste sobre el sofá y me cuente un cuento de Chejov, que yo le hable cuando está a punto de terminar El pabellón número 6,  que él me sonría, que me estreche tiernamente entre sus brazos y bese mi frente, porque Miguel me ama, me ama estúpida y apasionadamente desde el primer día en que me conoció.