Cuándo no bebe, qué es la vida; fruto prohibido que arde entre mi boca, de tarde en tarde, de noche en noche, a cada hora. Porque por dentro duele y no se compara a nada, porque la nada acorta la distancia en todo sentido la desplaza. Maratón de silencio, estridente el rechinar de tus dientes hambrientos. Carne podrida entre tus muelas, cavernas del más allá, langosta de tenazas semejantes a los brazos mecánicos de la tarántula mayor. Polvo de hada para las picaduras de rabia, tónico de algas marinas, para mis sueños húmedos, aceite de almendras para la calvicie. Un vicio sobre otro, atolondradas las dendritas en mi cerebro, disparan palabras como los cometas luces fantasmales. Teclas y tecleo, más que ruido, sonido, música que enjaula y somete, paciencia que resbala entre las notas de la noche. Animal de luna llena que ya no aúlla, pequeña leona sin garras, tranvía de nuestros sueños, amapola; dragón te han cortado las alas.
martes, 23 de noviembre de 2010
miércoles, 27 de octubre de 2010
El infierno en mis entrañas
Es el infierno que cala en mis entrañas;
Como la sombra que se monta en mis ganas
El abismo que arremete contra mis acciones
Un demonio que arde sin tiento
El huracán que toca tierra
La llaga que nunca sana
Las luces en la oscuridad
El unicel rechinando en tu oreja
Dolor punzante y expansivo,
abominable y corrosivo...
Y sin embargo
Es el infierno que cala en mis entrañas;
El oxígeno que en silencio pide mi alma
pasión de mis pasiones
máquina del tiempo.
Crímen pero no castigo
Pesadilla interminable,
cometa sin rumbo.
Salvación y libertinaje,
orgía y carnaval...
Es el infierno que cala en mis entrañas;
principio y fin de mi espiral.
lunes, 25 de octubre de 2010
Devino en sangre
14 y sangre,
la humanidad
que ha dejado de ser.
Lacera arriba Dios poder
y no Dios padre.
Lacera a sus hijos;
sociedad que sucumbe.
Mutila los sueños; los jóvenes a viejos
Mutila sonrisas, los niños imperfectos;
los infantes que dejaron sus mejillas rojas
por la piel en jiotes.
Ellos, el futuro que no serán;
cargan no libros, no vocales.
En su lugar, el polvo blanco;
el escaparate.
14 y sangre, aún más
de ayer a hoy, al despertar
los días son, ya todos iguales.
Las páginas del diario
en frases de sangre,
las calles del barrio
en baches con sangre
Y Dios poder que no reparte el pan
mas que entre sus apóstoles
Y Dios poder que llena los estados
de violencia; de vino en sangre.
miércoles, 20 de octubre de 2010
Nacimiento del Anticristo
Adso de Montier-en-Der (siglo X)
Libellus de Antichristo
Libellus de Antichristo
El Anticristo nacerá del pueblo de los judios (...) de la unión de un padre y una madre como todos los hombres y no, como dicen algunos, de una sola virgen. Será pues, enteramente concebido en el pecado, en el pecado nacerá. Al comienzo de su concepción el diablo entrará en el útero materno, por virtud diabólica será alimentado en el vientre de la madre, y el poder del diablo estará siempre con él. Y así como en la madre de nuestro señor Jesucristo descendió el Espíritu Santo y lo llenó de su virtud, de modo que fuese concebido de Espíritu Santo y que santo y divino naciera, así el diablo entrará en la madre del Anticristo y la colmará por completo, la circundará, se apoderará de ella, la poseerá por dentro y por fuera de modo que, gracias a la cooperación diabólica, ella lo conciba por obra de hombre y el que nazca sea totalmente inicuo, malvado, corrupto. Y por esto será llamado hijo de la perdición (...) Dispondrá de magos, brujos, adivinos y encantadores que, por inspiración diabólica, lo educarán en todas las iniquidades, falsedades y artes maléficas.
jueves, 16 de septiembre de 2010
Sedante de media noche
Aventarse contra la pared, arrancarse la piel, respirar
Que resulte irresistible el olfato-suspiro
Que con “hermosos” dientes repletos de muerte
aparezca Escila y desmenuce sueños.
Acaso ¿un sedante para la media noche?
Un té concentrado de belladona,
los erizos de Schopenhauer
Acaso ¿la tierra ciñéndote a la vida?
Y en madrugada; el olor a vacío.
La ausencia de la espera, la casa en la humedad.
Mancha que se expande; los puntos y no Pollock.
En todo caso, las figuras hechas nubes
y el barro entre tus manos;
moldeando el firmamento
*Qué queda ahí / que queda ahí
dolor cristalizado
*Léase por dos, uno a la vez y acompáñese con El firmamento de Gormley
Que resulte irresistible el olfato-suspiro
Que con “hermosos” dientes repletos de muerte
aparezca Escila y desmenuce sueños.
Acaso ¿un sedante para la media noche?
Un té concentrado de belladona,
los erizos de Schopenhauer
Acaso ¿la tierra ciñéndote a la vida?
Y en madrugada; el olor a vacío.
La ausencia de la espera, la casa en la humedad.
Mancha que se expande; los puntos y no Pollock.
En todo caso, las figuras hechas nubes
y el barro entre tus manos;
moldeando el firmamento
*Qué queda ahí / que queda ahí
dolor cristalizado
*Léase por dos, uno a la vez y acompáñese con El firmamento de Gormley
miércoles, 25 de agosto de 2010
Relato de lo abominable
Queda en ello
el odio de una noche lluviosa;fría bajo tu árbol que tanto extraño.
Quedan incesantes recuerdos del dolor en el pecho
ante tu voz ;
inefable muestra de tu ser helado.
Supuse la humanidad en tu boca
ignorando la monstruosidad de tus actos.
Ansié tus vicios atados a los míos,
ignoré la rudeza de tu encanto
Apacigüé mis ganas , contuve el llanto
acoracé mi ser después del cielo destrozado
y
bebí ; de nuestra sangre bebí
consumí la raíz para disolver el lazo…
sábado, 14 de agosto de 2010
Anulando todo punto suspensivo
Nos importamos como uno
como nada
aislamos el todo para no perdernos
pero estamos perdidos;
ausentes entre los 130
kilómetros,displicencias, diferencias.
Por ahora me quedo vacía,
me convulsiono
Expelo elucubraciones
Disuelvo entrefuturos
Destejo esperanzas
Me absuelvo de tu presencia
de tu sombra
del rescoldo.
como nada
aislamos el todo para no perdernos
pero estamos perdidos;
ausentes entre los 130
kilómetros,displicencias, diferencias.
Por ahora me quedo vacía,
me convulsiono
Expelo elucubraciones
Disuelvo entrefuturos
Destejo esperanzas
Me absuelvo de tu presencia
de tu sombra
del rescoldo.
sábado, 7 de agosto de 2010
Crónica del hastío
Un niño jugando con su triciclo en la banqueta de eje central, un hombre solitario con el periódico en mano en el Paseo de la Condesa, y sobre éste en mis recuerdos; un hombre fumando mariguana a las dos de la tarde. Doblo a la derecha y dormido en la calle, frente a Museo Nacional de Arte, un vagabundo. Los sonidos de la ciudad se tejen unos con otros. Camino unos cuantos pasos y miro a una mujer persiguiendo a un hombre (rechiflas, gritos), los comerciantes afuera de metro Allende piden a los transeúntes que lo detengan, pero nadie hace caso, todos siguen su camino, ignoran las voces, la mayoría consume sus propios pensamientos. Excepto yo, estoy ahí en todas partes; en el cansancio de la mujer que lleva cerca de siete horas ofreciendo lentes, en la música que tocan los invidentes para su espectáculo vespertino, en los susurros de los chacales de Santo Domingo -facturas, invitaciones, credenciales, títulos , qué buscaba güerita y al decir esta palabra su mirada se torna lasciva. Uno, dos, cinco, diez son una plaga. Hago el intento por regresar a esos días en los que podía hacer de la ciudad mi templo, pero no puedo, tengo hambre, sed, no, más sed que hambre. Quiero llegar a casa, ni si quiera voy a la mitad del trayecto. Tengo sed, hambre, quiero llegar a casa. El no lugar dejó de ser mi espacio de escape, no creo más en la magia del no lugar, a partir de hoy coloco al no lugar en su estricta definición. Pero qué estoy diciendo, de qué hablo (si al releerlo puedo observar lo que nadie más puede ver) el desencanto, la inocencia, el hastío, mi propia intolerancia. -Y disminuyendo mi tono de voz, me repito: mi propia intolerancia. Abro los ojos, finalmente hallé un lugar para resguardarme de mi locura, el edificio es viejo pero hermoso, la banca sobre la que me recuesto es vieja pero hermosa. Cierro los ojos inhalo profundo imagino el olor a caoba, a roble, a maple. Ya no estoy aquí, estoy del otro lado.
viernes, 9 de julio de 2010
Desesperación nulificada
Desdibujo tu sonrisa con mi dedo, que bañado en chocolate amargo recorre tus labios. A mordiscos comienzo la travesía por tu cuerpo , bajo por tus hombros , me detengo. Prosigo, me afilo la uñas y comienzo a dilacerarte, arriba-abajo , lenta y tortuosamente mis yemas dan el primer roce y disfruto del aroma que desprende tu cuerpo, y de la simple idea de tu sexo enhiesto.
Pero me percato del amor no consumido, no consumado, no constituido y decido no sólo dilacerar tu piel, sino tus sueños, cavar , cavar hasta toparme con lo más endeble de tu ser y si me equivoco, queda lo superficial allí donde Deleuze asegura que se halla lo más profundo.
Que de mi escritura y mi cuerpo entre tus manos pasajeros no conciben la estadía e intentan colarse de vez en vez entre tus días; entre alguna de las páginas de tu vida.
la embriaguez
de los puntos suspensivos ...
miércoles, 23 de junio de 2010
Sombras que sucumben
Ahuyento las sombras que sucumben mis días
y las dejo bailar tango por la noche
mientras el torbellino en mi cabeza se activa,
como designación, del caos infinito en mí ser.
Roen mi rostro las ansias, pulverizan mis miedos tus sueños.
Comparto contigo el abismo,
te sintetizo, te unifico, te degrado ,
te someto a mi infierno y no te salvo.
Pero me castigo por las madrugadas; bebiendo pesadillas
Rasgo las sábanas, y bañada en dolor; me revuelco
Se estruja mi cuerpo, me estremezco.
Ahuyento las sombras que sucumben mis noches
y las dejo cantar bossa nova por el día
mientras el torbellino en mi cabeza se activa,
como designación, del caos infinito en mí ser.
y las dejo bailar tango por la noche
mientras el torbellino en mi cabeza se activa,
como designación, del caos infinito en mí ser.
Roen mi rostro las ansias, pulverizan mis miedos tus sueños.
Comparto contigo el abismo,
te sintetizo, te unifico, te degrado ,
te someto a mi infierno y no te salvo.
Pero me castigo por las madrugadas; bebiendo pesadillas
Rasgo las sábanas, y bañada en dolor; me revuelco
Se estruja mi cuerpo, me estremezco.
Ahuyento las sombras que sucumben mis noches
y las dejo cantar bossa nova por el día
mientras el torbellino en mi cabeza se activa,
como designación, del caos infinito en mí ser.
martes, 22 de junio de 2010
María
Mi María ojos en cautiverio. Mi María soplo tu sonrisa como intentando traerla a la mi mente pero no está, tan solo le ocasiono disturbios, le pinto promesas, le administro una dosis de recuerdos. Y es que para que la química de mi cerebro funcione mejor una de tus miradas, mejor tus manos en mi rostro, mejor tus demonios en mi infierno; pero no la agonía de tu ausencia anudada a mi cuello
domingo, 23 de mayo de 2010
Clack
Albardumen, albardumen y el sonido no cesa. Albardumen trepa por la azotea y lanza flechas desde lo alto que en dirección al jardín se depositan en el centro de los girasoles. Albardumen no lo sabe; pero desde hoy, los girasoles serán la visión invertida de su andar. A partir de hoy las manecillas del gran cucu caminarán hacía el lado contrario , desde este punto en adelante, Albardumen no lo sabe pero no volverá a contemplar la luna de octubre.
Clack...
Clack...
martes, 11 de mayo de 2010
miércoles, 5 de mayo de 2010
Razones sin fin
Trato de llenar palabras, de propiciar encuentros que me alejan, trato de evitar tu sombra porque muy en el fondo me dueles. Cala directo cuando por las mañana tengo ansias de escuchar tu voz, sutura el olvido mis labios porque ya no te besan. Porque por las noches ya no habrá charlas que me estremezcan.
Por momentos sueño que la distancia me sigue quebrando; pero estoy mintiendo porque ésta sencillamente desapareció. Ya no hay distancia para amarnos, porque has decidido cerrarme la puerta. La justificación es vaga; me duele reconocerlo. Pero lo sabes y lo sé. Te amo. Tan sólo me dediqué a cometer mil errores, pero y los aciertos. Dónde quedan.
Tuve entonces visiones de una vida compartida y ahora debo desbaratarlas, descomponerlas una a una. Dónde se supone que debo colocarlas, qué hago con los espacios en blanco que tanto conflicto me causan. Qué hago con la desesperación que se extingue, con la confusión que me invade. Con la seguridad de saber que te quiero a mi lado, pero con la realidad de que no puedas adaptarte a mis brazos.
Pediré entonces que me sigas compartiendo tu esencia, que no dejes de capturar los instantes y que intentes por sobre todas las cosas hacerte de pura textura. Porque después de todo detrás de la coraza hay pura sinfonía para mi cuerpo, pura cura para mi alma. Hay entre el cuerpo y el pensamiento un cariño inquebrantable expresado en fisuras.
Somos tu y yo; una mordaz y encantadora paradoja.
lunes, 3 de mayo de 2010
Fragmentos del que olvida
Después de todo querido tú
Somos como los gatos en un cuadro de Alice Rahon
Como perdidos In a Landscape de John Cage
Como el acero en una escultura de Manuel Felguérez
Somos pura composición hecha vida que se adapta según la estación, según el lugar, según el color. Soy después de todo querido tú, aquella que te aguarda en silencio, la que no pide cartas ni diarios, tampoco fotografías. Soy querido tú la que al mirarte después de tantos años sabrá reconocerte de entre las multitudes. Después de todo eres querido yo el que asesina mis miedos con una sola mirada, el que me aguarda en la madrugada para cederme un espacio en su cama.
Y así tú… Por ahora esto sólo queda en mis pensamientos, como quien recuerda que debe hacer la tarea y no la hace.
Somos como los gatos en un cuadro de Alice Rahon
Como perdidos In a Landscape de John Cage
Como el acero en una escultura de Manuel Felguérez
Somos pura composición hecha vida que se adapta según la estación, según el lugar, según el color. Soy después de todo querido tú, aquella que te aguarda en silencio, la que no pide cartas ni diarios, tampoco fotografías. Soy querido tú la que al mirarte después de tantos años sabrá reconocerte de entre las multitudes. Después de todo eres querido yo el que asesina mis miedos con una sola mirada, el que me aguarda en la madrugada para cederme un espacio en su cama.
Y así tú… Por ahora esto sólo queda en mis pensamientos, como quien recuerda que debe hacer la tarea y no la hace.
martes, 23 de febrero de 2010
Cuenta corriente de un día en la vida de Itzel
Ingreso mensual $2800. Semana 1. Día 2. Hoy María y yo descubrimos que todo tiene que ver con la economía. Incluso el amor. A mayor ingreso no mayor felicidad pero si mayor viabilidad para alcanzarla. Horas de trabajo a la semana -12, horas de sueño- 56, horas en agonía-las restantes.
Desperté temprano, desayuné como todos los días un sándwich de pechuga de pavo, mostaza, lechuga, queso, jitomate, aguacate. Chile casi olvido el chile. Tomé el metrobús, escuché la cápsula para niños que hablaba de los estornudos-no estornudé. Al bajar me detuve ante los puestos de periódico e hice un close up a la portada del descuartizado. La cabeza de un hombre dentro de una maleta. Encantadora forma de comenzar la mañana.
El billete de 500 comenzó a repartirse entre mis necesidades. Primera necesidad transporte-metro 30 pesos. Llegué a la escuela, saludé a Saúl de la misma forma que lo saludo desde hace ya tres años y medio. Subí cuatro pisos, llegué al salón y como todos los días sólo estaba Chucho. Me dijo que vive en Ciudad Azteca, mi memoria me llevo a esa fiesta con Gabriel en aquella ciudad gris.
Primera actividad real del día. Seminario de periodismo económico. No llevé la tarea, María la llevó por mí. Alejandra llevo paletas Payaso para todos, la comí durante la clase, negociamos el examen del jueves, quedó igual.
Salimos, comimos. Luego algunos pesos menos en nuestro bolsillo. Fuimos a Canal 22.Maria como siempre preguntaba sobre los perros lobo, yo sobre las ratas, o sobre cualquier cosa hermosa que a cualquier otro le parecería estúpida. Le dije que todo tenía que ver con el dinero, le dije que todo era culpa de la postmodernidad, le dije que, me dijo que, nos dijimos que ya no pensaríamos tanto, sólo actuaríamos. Dedujimos que nos es imposible; requerimos deschavetarnos, requerimos considerar mil veces si donde pisamos es real o no. Concluimos que. Sí; México es surreal.
Zum, zum, zum. Metro. Caminamos, llegamos al Palacio de Minería, no entramos a la Feria del libro. No quisimos dejar las cosas en el guarda ropa. En su lugar entramos a la Feria del libro de ocasión. Libros antiguos, libros curiosos, libros. Recordé a Paz La llama doble, pensé en comprarlo, no lo encontré.
Remedios Varo, Dalí, Picasso, Diego Rivera, Hitler, Toledo, Bernal Díaz del Castillo, de nueva cuenta Jaime Sabines, The Beatles, El hijo pródigo, grabados, Del barroco al danzón, Horacio Franco. Fotografía, historia, documentos viejos. Dolor de vientre, dolor de cabeza, dolor de piernas, dolor, dolor, dolor. Chocolate y pan.
Regresamos a la escuela, buscamos a Mandujano, hablamos de periodismo, de titulaciones, de La Jornada, de Ovaciones, de economía, de la maestra de economía, de reportajes, de maestrías.
Caminamos al barrio chino, nos movieron la ciudad, dimos vueltas en círculos, perdimos la calle. Finalmente llegamos al barrio chino. Presupuesto máximo para los alimentos del día $50 pesos, recorrimos los restaurantes, la mayoría sobrepasaba nuestro presupuesto. Hallamos el indicado parecía un comedor del gobierno. Un guisado, un rollo primavera, arroz $40 pesos. Excelente adquisición. Mesas, sillas todo sucio, hambre, dolor de cabeza, necesidad de ingerir alimento. Plato vacio.
Reposamos 5 minutos. Caminamos. Vimos una tienda de películas. La horas, El tren de la vida, Los poseídos, El diario de Bridget Jones, Tin- tan. Gasto $50 pesos, adquisiciones una.
Ahora estábamos seguras. A María y a mí nos habían colocado en una especie de tablero de juego de mesa, ubicación el Centro Histórico de la Ciudad de México, de nueva cuenta habían movido el cubo, así lo definió María caminábamos como en el cubo, nos giraban constantemente. Llegamos al Cultural España, vimos la exposición, hablamos de arte popular, de las fotos del artista de la sala 5, hablamos de los desnudos en el arte, de la sala 2 y de Lewis Carroll, criticamos el proyecto dijimos que como propuesta artesanal era interesante, como arte era poco original.
Hace mucho que no me divertía tanto con la María. En resumen la tarde casi perfecta, respire, caminé me re-enamoré de la ciudad, de su caos, de sus sonidos, de su ruido, de sus aromas. Miré la bandera, pensé en quedarme para verla bajar, no lo hice, seguí caminando. Me bloquee, coloqué mis audífonos, busqué jazz, no hubo jazz, escuché noticias. Todo a mí alrededor se movía en cámara lenta, que hermosa imagen, las hojas se levantaban suavemente y bailaban, jugueteaban en la tarde ámbar, pensé en sus ojos, en el sol de África.
Disfruté el metro, el multicolor de sus reflejos, disfruté la glorieta de Insurgentes y el cielo de vainilla asomándose entre el metrobús, vi a una bailarina exótica escogiendo su atuendo, le sonreí, me sonrió, vi a una mujer voluptuosa cortando el cabello, sólo reí. Me asomé por las calles de la Roma. Llegué a casa. Respiré.
Son 8:41 Pm, tuve un día maravilloso, recuperé mi gusto por la Ciudad, . Saldo $370; días restantes -5.
jueves, 14 de enero de 2010
Monólogo interior
Regresó la imagen fría; de nueva cuenta cometí un error. ¿Te has sentado a disfrutar del viento helado sobre tu casa? al menos ahora vuelvo a escribir. Todo pasa y me hago diminuta, lo único que buscaba era una salida, pero no ésta.
Continúa ese mi monólogo interior con la excepción de que no, ahora no sé donde colocar los puntos y las comas, perdí el sentido, perdí el orden. Todo permanece alineado bajo el polvo estelar menos yo. Sin señales, sin idea alguna de dónde empieza o cómo termina la historia.
Quizá me perdí en otro tiempo, cuando la tierra aún era caliente y el espacio aún no había sido descubierto por el hombre, momento ahí. No había hombres. Por el momento quiero sentarme a leer un poco de ciencia ficción, quizá un poco de Lois McMaster y sus “Fronteras en el infinito”, y entonces perderme entre aventuras espaciales. Regresar a mi estado etéreo…
Tan tan- tan tan-tan tan mi cabeza está a punto de explotar, siento esa presión condesada en las venas de mi cara, ¿o arterias?, ¿cuál es la palabra correcta? No importa, no pasa nada si no uso el término adecuado; después de todo es mi monólogo. ¿Cierto? Yo decido dónde acaba y dónde termina. Entonces a cabo de resolver aquello del fin de la historia, yo lo decido. ¿Cuánto tiempo tuve que esperar para darme cuenta qué? Yo decido el clímax y el desenlace. Yo creo y recreo a los personajes o los desaparezco da igual.
Para entonces, quiero decir para ahora ya no quiero leer más sobre ciencia ficción prefiero a Kant o a Heidegger, sí sentarme un segundo a su lado y que me cuente sobre el Ser y el tiempo o por qué no, debatir con Merleau Ponly sobre la verdad absoluta, y desvariarnos, posicionar nuestro pensamiento como en el limbo.
Hoy mis zapatos altos lucía hermosos y yo encantadora sobre ellos y montaba reacciones y desdibujaba sonrisas y le aplaudía a los vagos que caminan con sus perros vagos y su cabello enmarañado como el mío, como la grieta de la pared de mi sala, como el destello de tus ojos que ante todo me aman, como los dragones que se forman con las nubes. Como los sentimientos en neblina, tal como yo borrosa y oxidada. De historias ambiguas, de lo que llevo pensando en cincuenta minutos, bajo la luz blanca de una pared blanca, que se fusiona con el verde. Con mariposas, máscaras y gatos que no maúllan, que no mueven su cola como seduciendo extraños, que no ronronean después de suaves caricias. Que acallan mi monólogo, que quiebran el hilo conductor de mi historia y me incitan a un plano desenlace.
Continúa ese mi monólogo interior con la excepción de que no, ahora no sé donde colocar los puntos y las comas, perdí el sentido, perdí el orden. Todo permanece alineado bajo el polvo estelar menos yo. Sin señales, sin idea alguna de dónde empieza o cómo termina la historia.
Quizá me perdí en otro tiempo, cuando la tierra aún era caliente y el espacio aún no había sido descubierto por el hombre, momento ahí. No había hombres. Por el momento quiero sentarme a leer un poco de ciencia ficción, quizá un poco de Lois McMaster y sus “Fronteras en el infinito”, y entonces perderme entre aventuras espaciales. Regresar a mi estado etéreo…
Tan tan- tan tan-tan tan mi cabeza está a punto de explotar, siento esa presión condesada en las venas de mi cara, ¿o arterias?, ¿cuál es la palabra correcta? No importa, no pasa nada si no uso el término adecuado; después de todo es mi monólogo. ¿Cierto? Yo decido dónde acaba y dónde termina. Entonces a cabo de resolver aquello del fin de la historia, yo lo decido. ¿Cuánto tiempo tuve que esperar para darme cuenta qué? Yo decido el clímax y el desenlace. Yo creo y recreo a los personajes o los desaparezco da igual.
Para entonces, quiero decir para ahora ya no quiero leer más sobre ciencia ficción prefiero a Kant o a Heidegger, sí sentarme un segundo a su lado y que me cuente sobre el Ser y el tiempo o por qué no, debatir con Merleau Ponly sobre la verdad absoluta, y desvariarnos, posicionar nuestro pensamiento como en el limbo.
Hoy mis zapatos altos lucía hermosos y yo encantadora sobre ellos y montaba reacciones y desdibujaba sonrisas y le aplaudía a los vagos que caminan con sus perros vagos y su cabello enmarañado como el mío, como la grieta de la pared de mi sala, como el destello de tus ojos que ante todo me aman, como los dragones que se forman con las nubes. Como los sentimientos en neblina, tal como yo borrosa y oxidada. De historias ambiguas, de lo que llevo pensando en cincuenta minutos, bajo la luz blanca de una pared blanca, que se fusiona con el verde. Con mariposas, máscaras y gatos que no maúllan, que no mueven su cola como seduciendo extraños, que no ronronean después de suaves caricias. Que acallan mi monólogo, que quiebran el hilo conductor de mi historia y me incitan a un plano desenlace.
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