lunes, 21 de septiembre de 2009

Sin sentido al atardecer

Quise beber de su cabello de medusa

Pero no pude y lentamente se perdió

Entre las sombras de la tarde.


Entonces marginé mis sueños

Y me aferré al eco de la gran ciudad.


Giré y me percaté del universo

Respiré profundo, y caminé unos pasos

Hasta que me detuvo el hambre y la sed.

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